Cuando me dieron ganas de hacerme un tatuaje por primera vez en mi vida recuerdo que no fue porque quisiera ser "alternativo" o "rebelde", simplemente comencé a soñarlo.
Durante varias semanas el sueño de la aguja marcando mi piel fue recurrente... luego me atasqué de Miami Ink y aunque no sabía que demonios me quería tatuar, sabía que quería hacerlo.
Después descubrí lo que quería hacerme, decidí marcarme con las cosas que no puedes escoger en tu vida y que aún así amas hasta el día de tu muerte.
Yo: me detesto en muchas cosas pero me siento contento de muchas más y mi primer tatuaje es el que debía representarme a mí.
Mi madre: Ahora que lo pienso, si mi padre no hubiera desaparecido tal vez también me hubiera rayado algo en su honor, pero... mejor ni hablar de eso.
Mis hijos: Que serán varios y cada uno tendrá su espacio en mi piel.
Fue así como empecé mi amistad con las agujas y la tinta.
Hoy, despues de ya casi tres años de haberme tatuado por primera vez, aquí dejo el texto con el cual justifique el gran puño que porto en mi espalda.
Las manos para mi han sido como el medio de expresión más importante y grande.
Además durante algunos años estuve trabajando en un rancho arando tierra y sembrando; y la verdad ahí también entendí mucho del significado que tienen en mi vida. No sé, tal vez para muchos sea como otro instrumento más, pero para mi ha sido la forma en la cual puedo transmitir mis ideas, expresar amor hacia mi chica, trabajar, aprender
y sentirme útil, en ese sentido mi vida se ha visto impulsada por lo que puedo hacer a través de mis manos. Te voy a contar una cosa que me pasó hace tiempo y, no sé, podría parecer una locura. Mientras arreglaba un problema mecánico de mi automóvil me percaté de las cosas que podía transformar con ellas y de pronto me quedé observándolas durante unos 5 minutos maravillado por su poder.
El sentido del tatuaje es ese dejar plasmado que han sido ellas las que me han llevado a hacer muchas cosas y sobre todo que son como mi fuerza, por eso te comentaba que quería ponerlas a la altura del omóplato, y que tal vez dieran la sensación de que están moviento precisamente ese hueso para impulsar al resto del brazo, que
además encuentra apoyo.
Algo que también es importante es que pues soy diestro y esa de alguna forma es la mano más fuerte para mi, me quedé pensando sobre la posiblidad de hacer algo para el lado izquierdo, tal vez de alguna forma en la que demuestre que tambien es algo que me ha movido pero de una manera menos ágil.
Sobre el estilo de Siqueiros pues lo he escogido porque he visto en sus pinturas, biografías y fotografías que las manos para él también fueron algo trascendental y las retrató de manera imponente, poderosa, firme y decidida; perfectas en su silueta pero ásperas y fuertes en su dibujo. El color me encanta porque es cálido y sólido, creo que por eso es que soy fanático declarado de su obra.
El Haba
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